La lucha contra el narcotráfico internacional no puede reducirse -al contrario de lo que generalmente se piensa- a la persecución del consumo y la producción. En efecto, la clave del éxito está en la represión del lavado de los dineros ilícitos vía el sistema bancario internacional. Para ello se requiere establecer reglamentos estrictos, y en lo posible, la creación de un cuerpo regulatorio multinacional que obligue a los bancos a examinar las fuentes de los depósitos.