Vicente Palacio Atard
El sistema iberoamericano se halla a la búsqueda de un espacio propio, de un papel relevante. ¿El objetivo? Que sus miembros encuentren un sentido y una utilidad concreta en su marco.
La convocatoria de la XXIII Cumbre Iberoamericana de Panamá, en octubre de 2013, tiene lugar en un momento crucial para el porvenir de la llamada Conferencia Iberoamericana, esa suma de múltiples instituciones, organismos y organizaciones de la sociedad civil que ha ido cristalizando a lo largo de dos décadas. El aniversario es importante: tras 22 años de cumbres anuales �1991-2012, de Guadalajara (México) a Cádiz (España)�, Panamá supone un fin de ciclo.
Se ha puesto en marcha un proceso de renovación del sistema iberoamericano, así como de la propia Secretaría General Iberoamericana (Segib). Esta vez es un proceso con una impronta de urgencia...