Lourdes Fernández Rius
En las relaciones de pareja no sólo se viven experiencias positivas y enriquecedoras para ambas partes, sino también episodios de servidumbre y dominio, en los que se busca ejercer poder sobre la otra persona; aun cuando ello implique recurrir a la violencia, siguiendo los postulados tradicionales establecidos por la cultura patriarcal. En los últimos años, muchas mujeres lograron su reconocimiento como ciudadanas y la ampliación significativa de sus derechos, lo cual ha trasformado la dinámica tradicional de la familia, desmontando barreras que, hasta hace poco, impedían su acceso a niveles de formación superior o a ciertos puestos laborales o directivos. Sin embargo, aunque ahora el patriarcado es más sutil (y, en ocasiones, invisible) la dominación sigue presente en la cotidianidad de la vida de pareja.