Se exponen las dificultades de interpretación que puede crear la literatura bibliométrica al lector medio, tomando como ejemplo tres definiciones de la ley empírica de dispersión de la literatura científica, entre las que se incluye la del propio Bradford. Se apunta la posibilidad de desarrollar una didáctica bibliométrica, por la que se deriva un concepto puramente instrumental de logaritmo a partir del propio tratamiento cuantitativo dado a la documentación analizada