La mayoría de los trabajos de desarrollo profesional para bibliotecarios -presentaciones en conferencias y artículos para revistas, por ejemplo- deben provenir de sus actividades cotidianas. Sin embargo, a causa de los horarios saturados de casi todos los bibliotecarios, a menudo carecen de la oportunidad y de la energía para añadir las obligaciones del desarrollo profesional a lo que hacen todos los días; sólo si se esforzaran significativamente, esos proyectos serían una realidad.