La crisis financiera internacional ha golpeado las cuentas públicas de gran parte de los países de la zona euro. Las crisis fiscales, unidas al rápido deterioro de los mercados inmobiliarios en algunos países de la Unión Europea, como es el caso de Grecia, han tenido efectos devastadores para sus cuentas públicas y sus sistemas bancarios. Para hacer frente al desastre se creó un Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) para incrementar los recursos disponibles para el apoyo financiero a los Estados con problemas.