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Antonio Monroy Antón, Gema Sáez Rodríguez, David López Jiménez, Bárbara Rodríguez Rodríguez
Actualmente se prepara una nueva Ley para la economía social en España, y en un entorno de crisis económica global es momento de reflexionar sobre las fuentes de financiación existentes en este sector así como sobre su correcta utilización. El objetivo de este artículo es demostrar no solo la necesidad urgente de dicha Ley, sino de que la misma recoja con claridad las fuentes de financiación a las que puede acudir una entidad englobada en la parcela de la economía social, concienciando de la importancia de poseer una información adecuada sobre ellas, pues de esa información dependerá, en ocasiones, su propia subsistencia. La metodología empleada consiste en un análisis de las normas existentes así como de las fuentes de financiación recogidas en ellas. El análisis de los resultados muestra que la actual normativa es deficiente y constituye un lastre para el desarrollo de la economía en España. Como conclusión principal destaca la necesidad de que la nueva Ley, en apariencia bastante próxima, recoja con detalle todas las posibles formas de financiación, a sabiendas de que la dinámica de la economía impondrá la necesidad de reformarla o añadir nuevos apartados muy pronto.
