El modelo económico que propone el PSOE se basa en cuatro grandes ejes de actuación: impuestos más justos que mantengan el principio de la progresividad en la imposición; nuevo impulso a los derechos sociales, para desarrollar el Estado del Bienestar en aquellas nuevas prestaciones que demanda la sociedad, consolidando lo ya conseguido; crecimiento sostenible y políticas de empleo estable y de calidad, que terminen con la alta tasa de temporalidad y con la utilización fraudulenta de la contratación temporal; y el desarrollo de un nuevo modelo de gestión económica, centrado en la defensa de la competencia, la transparencia y la eficacia en la gestión del gasto público.