El 2012 acaba peor de lo mal que ya empezó, confirmando que la economía mun-dial ha entrado en una nueva fase recesiva sentida, sobre todo, en los países desa-rrollados con mayores problemas fiscales, mientras que los países emergentes sedefienden mejor. El comercio mundial sigue amenazado por presiones proteccionis-tas y el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial no ven aprobados susrecursos, sobre todo, por los problemas fiscales de Estados Unidos. Estamos asis-tiendo a renovados esfuerzos de mejora de la «gobernanza» en un mundo cada vezmás interdependiente, lo cual es especialmente cierto en la Unión Europea, quedebe hacer frente a choques asimétricos en la zona euro. En este contexto la eco-nomía española está en una situación de crisis que le obliga a seguir los dictados deausteridad de la UE y el FMI.