El déficit de gasto social que España tiene en comparación con el promedio de la UE (déficit que se había ido corrigiendo durante los años ochenta y principios de los años noventa) ha ido creciendo notablemente desde el año 1994, y ello como resultado de la adopción de políticas liberales de eliminación del déficit presupuestario, el cual se ha conseguido a costa de aumentar el déficit social con la UE.