La actual situación de crisis económica en Europa está afectando al mantenimiento del modelo de bienestar europeo, especialmente en los países del Sur donde los recortes inciden en el aumento de la desigualdad. Ante las dificultades que existen ahora para recaudar impuestos necesarios para mantener el sistema social y de bienestar en Europa, e invertir esta deriva desigualitaria, es necesario establecer sistemas fiscales más eficientes, más justos y redistributivos y con mayores capacidades recaudatorias.