La victoria del PSOE en las elecciones del 14 de marzo se debe a una conjunción de factores que se han dado cita a la vez, reunidos dentro de la misma urna. A la suma de decepciones por las políticas del Partido Popular, que ha gobernado durante la última legislatura en contra de todos y abroncando a cualquiera que se manifestara de forma contradia a sus dictados, hay que añadir la irritación última por la campaña de ocultaciones que se ha querido llevar hasta el momento de las votaciones. Los ciudadanos reaccionaron a tiempo y con su voto cambiaron el curso de la historia.