En el presente artículo se aborda, partiendo de la legislación española vigente, un fenómeno reciente: la grabación y/o difusión de imágenes y vídeos por cuenta de los propios militares intervinientes en una misión o en zona de operaciones, sin autorización. Mientras algunas de estas conductas pueden ser inocuas e irrelevantes jurídicamente, en otras ocasiones se puede afectar no sólo a la imagen y prestigio de las fuerzas armadas, sino a la eficacia de la propia misión, y se puede poner en serio peligro la seguridad del destacamento y la vida de sus miembros.