La República Democrática del Congo es un país rico, en el que la práctica del expolio ha sido la consigna histórica que se ha seguido desde los tiempos de la colonización. Ahora esa práctica prevalece y los intereses creados, tanto de los amigos como de los enemigos, hacen de este país un lugar inestable, en guerra permanente y en el que los Derechos Humanos no sólo no se respetan, ni siquiera están en la agenda.