La transposición de la Directiva de Servicios a nuestro ordenamiento jurídico ha supuesto que la apertura de los establecimientos comerciales de menos de 300 m2 no pueda someterse a autorización previa. No obstante, la regulación de prácticamente todas las Comunidades Autónomas sigue manteniendo un régimen autorizatorio para los grandes establecimientos comerciales. La situación recuerda a la fantasía onírica que Dalí plasmó en uno de sus cuadros más conocidos y fascinantes, «La persistencia de la memoria» (1931). Así como los relojes derretidos dalinianos, las normativas autonómicas se han reblandecido por el paso del tiempo y los efectos de la Directiva, aunque todavía persisten.