El artículo describe las distintas propuestas de fundamentación de los derechos humanos, basadas en el consenso político y en el consenso ético, y el fracaso al que han conducido a los derechos humanos. Este fracaso se muestra en una multiplicación arbitraria de derechos superfluos en algunos casos, y en un desconocimiento de los derechos humanos más elementales en otros, y en la instauración de una cultura de la muerte. Estos intentos se caracterizan por un rechazo del conocimiento metafísico, un desconocimiento de los valores como criterio de determinación del contenido de los derechos, y por el total soslayamiento del dato antropológico como fundamento de los mismos. Este fracaso no implica que el diálogo político y el derecho positivo no sean los instrumentos idóneos para la elaboración de una fundamentación de los derechos humanos fundada en la verdad y el bien de la persona humana.