A los conatos de integración y sobernía latinoamericanos, Estados Unidos opone, haciendo amalgama de narcotraficantes, contrabando de armas, inmigración clandestina y oposición política a sus designios -en la que incluye a algunos gobiernos de la región- un tenaz y sistemático despliegue de tropas e inteligencia militar. Los Gobiernos de varios países de la región aceptan esta estrategia, cuya última y más resonante conquista es la adhesión de Costa Rica.