La implementación de una política nacional de información, vista como el conjunto de estrategias que propicien el desarrollo de la información, y el reposicionamiento de este sector con alcance horizontal, constituye una tarea compleja que requiere de la participación de todos los sectores de la vida socioeconómica y de fuertes relaciones de coordinación entre ellos. Para que esta implementación sea exitosa, es preciso partir del contexto político concreto del país, de las características de su desarrollo socioeconómico y de aspectos históricos y culturales de carácter nacional, entre otros. Los autores valoran, para el caso cubano, la necesidad de afrontar el desarrollo informacionall con un enfoque renovado, adaptado a las transformaciones que se están dando en la economía cubana y que contribuyan a la resinserción del país en el contexto internacional. Ello requerirá de un reposicionamiento conceptual y práctico del sector de información, de la adopción de un conjunto de premisas organizativas y de un mecanismo de coordinación nacional encargado de implementar los aspectos de la política nacional de información.