Se plantea que las revistas, en particular las especializadas, en aras de su calidad, deben basarse en un proyecto y definir su perfil. Se expone también que tener una filosofía clara que responda a las diversas temáticas y formar una escuela de conocimiento debe ser la guía del director, del editor, y del comité editorial, para publicar artículos que desarrollen teorías, métodos y problemas de una determinada área del saber. Como resultado de la opinión de una veintena de editores entrevistados y de la consulta bibliográfica se exponen dos concepciones: la primera la concibe como canal abierto a la confrontación y validación del conocimiento, resultado de la investigación teórica y dirigida a un público especializado; la segunda, como nicho editorial en el que tienen cabida todos los temas de avanzada que generen polémica y dirigida a toda clase de público, en este sentido no debe ser excesivamente especializada.