La emergencia de la física de los fenómenos complejos durante la segunda mitad del siglo XX trajo consigo transformaciones ontológicas, heurísticas y metodológicas que permeabilizaron todos los campos del saber, provocando la aparición de lo que se conoce como �ciencias de la complejidad�. Esta denominación pretende hacer referencia a un proceso y no a una realidad acabada y estática. No solo es el cúmulo de novedades conceptuales y metodológicas, sino que también es el modo en que se producen en cada disciplina concreta y la forma en que se manifiesta en los terrenos transdisciplinares comunes que van conformando esas evoluciones. Este artículo pretende dar cuenta de los rasgos más característicos de esta renovación, de la forma en que ha permeabilizado el pensamiento económico en las tres últimas décadas, así como de sus principales implicaciones en las características de la producción científica tanto en la economía convencional como en las corrientes heterodoxas.