La situación actual de muchos jóvenes españoles es frustrante y carente de expectativas. Las tasas de paro juvenil superan el 52% para los menores de 35 años, habiendo aumentado en más de 150.000 los desempleados en este tramo de edad durante el último año. La crisis económica se está cebando especialmente con los jóvenes, que además de soportar altos niveles de desempleo, la mayoría de los que trabajan lo hacen en tales condiciones de precariedad y con contratos temporales -un 35% de los contratos son eventuales- que no pueden trazarse un horizonte de vida independiente. El Gobierno del Partido Popular está introduciendo tantos retrocesos y recortes laborales y sociales, que la situación es de una creciente incertidumbre ante el futuro.