La sentencia confirma la sentencia de instancia y desestima el recurso interpuesto por quebrantamiento de forma al denegarse como diligencia de prueba la declaración del menor víctima de malos tratos en el plenario cuando ya le fue tomada con todas las garantías procesales para la defensa durante la instrucción, dando por válida esta prueba para formar parte del acervo probatorio que sustentó la condena del recurrente y considerando innecesaria la nueva comparecencia del menor en el juicio oral.