La configuración de la Unión Europea como un simple "espacio" para los mercados financieros mundiales la convierte en un lugar plagado de paraísos fiscales donde los capitales se cruzan como "plagas de langostas", entrando y saliendo sin restricciones tras devorar plusvalías bursátiles, sin pagar impuestos y sin ninguna supervisión comunitaria.
Como consecuencia, las economías de los Estados miembros, y la de España en particular, resultan cada vez más vulnerables frente a las finanzas globales incontroladas, como revela la crisis financiera actual. ¿Hasta cuándo el Gobierno seguirá apoyando la opacidad financiera y practicando una política neoliberal?