La debalcle socialista del 20-N obliga al PSOE a redefinir su perfil ideológico y su oferta programática, con el objetivo de reagrupar de nuevo el voto potencial de la izquierda y el centro izquierda. En la actualidad existe un bloque electoral que se encuentra en proceso permanente de transformación social y cultural, al que el socialismo solo podrá recuperar con un discurso coherente que excluya las piruetas tácticas. La colosal pérdida de credibilidad que ha sufrido el socialismo español debe restañarse profundizando precisamente en la vía que distingue a la socialdemocracia: la defensa de los niveles de protección social.