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, Inma Pastor Gosálbez
La edad, el empleo y el tipo de hogar determinan el modelo de pobreza que existe en España, con un efecto diferencial entre hombres y mujeres. La posición de las mujeres en el trabajo productivo y reproductivo tiene mucho que ver con las tasas de pobreza femenina existentes. El factor generacional también influye, aunque la incorporación de las mujeres jóvenes al empleo no ha conseguido romper la tendencia, debido a que se incorporan de forma mayoritaria a empleos peor remunerados que los de los varones y más precarios. Las Encuestas de Condiciones de Vida muestran dos perfiles de pobreza femenina: las mujeres que viven en hogares monoparentales y las mujeres mayores de 65 años que dependen de pensiones de jubilación bajas y que, en muchos casos, no han participado en el mercado de trabajo.
