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La Ley Orgánica 5/2010 ha venido a modificar una vez más el Código Penal, y son más de 20 desde su publicación en 1995. Como quiera que en nuestro país las penas privativas de libertad son la respuesta penal más habitual y como quiera, además, que la Administración penitenciaria ha asumido un papel más allá de la ejecución de penas privativas de libertad propiamente dichas, cualquier modificación del Código Penal acaba poniendo en la mesa de esta Administración nuevos quehaceres, a veces de índole cuantitativo, otras de índole cualitativo. En este trabajo se enuncian algunos de los cambios introducidos en esta reforma que afectarán, en mayor o menor medida, a las funciones que corresponden a la Administración penitenciaria.
