En momentos de crisis económica se aprecian con especial claridad las bondades de un entorno regulatorio de calidad, por su capacidad de frenar los riesgos de fallo del regulador, así como de favorecer los incentivos adecuados para la toma de decisiones de carácter económico e impulsar la eficiencia. En este artículo se presentan los avances más destacados en el ámbito de la denominada Smart Regulation impulsada a nivel europeo, así como su reflejo en la Ley de Economía Sostenible. Finalmente, se analizan cuáles han sido los progresos realizados por España en esta materia, así como los retos a los que deberá enfrentarse para consolidar la senda de mejora regulatoria y conseguir relanzar definitivamente la recuperación económica.