Es indudable que Internet ha revolucionado el escenario de los negocios, pero Eric Schmidt, CEO de Google, la marca más poderosa de la Web, anticipa transformaciones aún más radicales: dispositivos personales ultrapoderosos, conectados a redes de potencia casi infinita, que serán la base de la próxima generación de tecnología. Sin embargo, no cree que Internet "democratizará" los mercados; y a su juicio es probable que genere una mayor concentración de marcas globales. También sostiene que los modelos de negocio se alejarán de los acostumbrados, para basarse en esquemas gratuitos con fuentes de ingresos adyacentes. Por fin, aconseja a las empresas que dejen fluir la información y escuchen atentamente a los clientes. Firme defensor del consenso, asegura que los grupos toman mejores decisiones que los individuos, y explica cómo se alienta en Google el auténtico espíritu innovador.