Este artículo se centra en el análisis de las relaciones entre estos dos países en una circunstancia histórica única, en el que por primera vez coinciden en un proceso de expansión económica y política. Los discursos nacionalistas respectivos no son ajenos a esta coyuntura, y el autor concluye que en ambos casos se hallan mayoritariamente manifestaciones nacionalistas de carácter asertivo y, en ocasiones, de carácter agresivo. El nacionalismo asertivo introduce en la opinión pública la idea de �el otro� como grupo de referencia negativo que desafía los intereses y la identidad del grupo de pertenencia, mientras que el nacionalismo agresivo intensifica la percepción de amenaza y exige que se tomen medidas concretas para hacer frente al que es representado como un enemigo extranjero.