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En este trabajo aflora la trayectoria vital de Juan Álvarez de Alcalá, escribano público en los primeros años de la Sevilla moderna, como ejemplo de la importancia de los "litterati" en el conjunto de la sociedad castellana de la época. Heredero de saberes y prácticas medievales, el notario se convierte en un intermediario necesario en los distintos ámbitos de la escritura. Ciudadanos en los que actúa: el espacio privado y el público, la Iglesia y el Concejo. Su primer ejercicio como hombre de pluma, su pertenencia al grupo notarial de la ciudad más dinámica del Reino de Castilla, y sus habilidades gráfico-documentales le permitió insertarse en su tejido social, a la par que prosperar.
In this paper, we examine the professional career of Juan Álvarez de Alcalá, notary public in Seville at the beginning of the 16th century, and an example of the importance of the "litterati" in the Castilian society of the time. Heir to the learning and the ways of the Middle Ages, he became an indispensable intermediary in the different institutions, both private and public, of the city. His first undertaking as a man of letters, his belonging to the group of notaries in one of the most dynamic cities in the Kingdom of Castile, and his ability at writing and drawing up documents permitted him to enter the social circles of the city and, at the same time, to prosper.
