Más de 945 millones de personas usan redes sociales en todo el mundo. Subir fotos a Flickr, compartir videos en YouTube, utilizar como diario personal un blog, presumir de amistades en Facebook o intercambiar opiniones sobre los eventos que estás viviendo en 140 caracteres a través de Twitter son parte de la rutina diaria del, según diversas fuentes, 75-90% de los internautas españoles.
Sin embargo, son pocos los usuarios que conocen los potenciales peligros que conlleva para nuestra privacidad ser parte de una red social. Por lo que, hacemos públicos alegremente nuestros datos y perfiles sin ser conscientes de que, mediante este generoso acto de compartir, estamos vulnerando, voluntaria o imprudentemente, nuestro derecho a la intimidad.