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Carlos García Serrano, Miguel Ángel Malo Ocaña 
, José Ignacio Pérez Infante
En este artículo, se estudian los dos puntos clave de la reforma laboral de 2010: los despidos y la negociación colectiva. Los despidos se han visto afectados por una nueva redacción de la causa económica para despedir. La negociación colectiva ha incorporado un cambio que más que tener que ver con su regulación tiene relación con la posibilidad de que no se apliquen los acuerdos logrados en ámbitos superiores al de la empresa, es decir, una mayor facilidad para el descuelgue salarial. A partir de una revisión de la evolución reciente del empleo, de la utilización estratégica del sistema de despido y del funcionamiento de la negociación colectiva, se juzgan los cambios introducidos como reformas en el sentido adecuado para corregir la distorsión del sistema de despido, desincentivar el recurso a la temporalidad y facilitar ajustes que no sean en términos de personas. Sin embargo, se explica que existen riesgos de que los cambios no sean verdaderamente efectivos, pues deberían ser complementados por modificaciones que compensen posibles efectos negativos y refuercen los desincentivos a recurrir a la temporalidad y en general al ajuste de personas como casi única medida de adaptación a las malas situaciones económicas.
