La discriminación de las personas mayores por causa de su edad, o ageismo, es un hecho extendido tanto en España como en la Unión Europea. Es un tipo de discriminación que pasa desapercibida, sin que exista una conciencia social sobre ella que pueda ayudar a paliarla, lo que da lugar a que se vean como naturales situaciones que no lo son. De esta manera, envejecer ha llegado a tener mala prensa, percibiéndose como algo negativo, casi como un problema y una carga social y familiar.