El tópico referido a la relación existente entre mediación, negociación y abogacía es sin duda uno de los más apasionantes con los que se encuentra hoy en día el jurista, porque su tratamiento otorga directa respuesta a la pregunta acerca de las funciones del Derecho. En efecto, la pregunta por las funciones puede sintetizarse en la más radical y fundamental interrogación:– ¿para qué sirve el Derecho? Y esto nos conduce, inevitablemente, no sólo al estudio de las relaciones existentes entre el arte del ejercicio de la abogacía, de la mediación y de la negociación, sino también a meditar acerca de las necesidades que demanda en la actualidad el noble desempeño de la profesión de abogar. Lo expuesto, nos llama a plantear algunas cuestiones centrales. Así, la mediación ¿es un medio apto de resolución de conflictos? En el caso que la respuesta sea positiva, ¿qué papel podemos cumplir los docentes en su difusión ? Finalmente, si introducimos la importancia de la mediación y de la negociación en la dinámica de la gestión del conflicto, ¿qué rol le cabe al abogado en el proceso mismo de mediación? ¿para que serviría –lo ponemos ahora en potencial– entonces el Derecho?