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País europeo, balcánico, mediterráneo, caucásico y de Oriente Próximo. Turquía se presenta con un perfil propio ante una UE que debe trabajar de otra manera en un mundo radicalmente cambiado. La integración turca hará de la Unión un actor de verdadero peso global.
Con una geografía e historia común, así como con valores y objetivos comunes, Turquía y la UE están destinadas a compartir un futuro común. Por ello, Turquía no puede permanecer ajena a los desafíos que la Unión tiene delante. Seguimos de cerca esos desafíos y estamos listos para participar en la solución de los mismos. Esta visión hizo que Turquía llevase a cabo una excelente cooperación en los asuntos europeos durante la presidencia española del Consejo de la UE en el primer semestre de 2010.
La formación del Servicio Europeo de Acción Exterior potenciará la coherencia de la Política Exterior y de Seguridad Común y permitirá a la UE hablar con una sola voz. Así pues, las expectativas depositadas en la Unión están de nuevo en alza. En un tiempo en el que la UE tiene más ambiciones globales que nunca, Turquía será un activo para que la UE devenga más afianzada en su entorno y en otras áreas. Turquía tiene mucho que ofrecer en términos políticos, económicos y socio-culturales a este dinamismo que tanto necesita la UE. En todos los retos expuestos anteriormente, Turquía tiene la capacidad de contribuir a hacer de la Unión un actor estratégico de más peso en los asuntos globales.
