En estas páginas se revisan las dos principales tendencias interpretativas de la obra de Dostoievsky, la que lo aprecia como psicólogo y la que lo celebra por la riqueza de ideas de sus personajes. Se sostiene que el novelista es, principalmente, un gran artista. Junto con caracterizar sus temas, personajes y la originalidad de sus escenas dramáticas, se comenta la importancia del estudio que dedicó M. Bakhtin a las técnicas narrativas de Dostoievsky.