España ha registrado un gran avance en materia de ayuda humanitaria durante los últimos años. La Administración del Estado sigue trabajando para mejorar la acción humanitaria, revisando y evaluando la cooperación internacional para calibrar mejor el impacto que tienen las actuaciones sobre el terreno en una situación de crisis económica como la actual. La crisis está resultando especialmente dura para los países pobres, por lo que es más necesario que nunca que las Administraciones Públicas redoblen los esfuerzos encaminados a obtener el máximo provecho de todos los fondos que aporta la sociedad española, realizando esfuerzos suplementarios para conseguir la máxima eficacia y coordinación.