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Leila Fernández Stembridge
Este año está siendo complicado para China. No sólo los de - sastres naturales han puesto al país en una encrucijada. Tam - bién numerosas im perfecciones en las reformas han he cho que los parámetros so ciales se tambaleen, mientras que la aceleración económica debe ser tomada con cierta cautela.
Cuando uno mira hacia atrás y observa de cerca los resultados económicos del año 2007, el sentimiento general de las autoridades chinas es de relativa satisfacción, a pesar de la ya creciente presión inflacionista y de las imperfecciones es - tructurales tales como la gestión presupuestaria, la descentralización, la endémica corrupción, o el débil marco legal, por mencionar algunas.
Por mucho que a algunos analistas les cueste reconocerlo, Chi - na sigue en una fase de transición.
Por ello no es fácil prever lo que pueda ocurrir en el ám - bito económico de aquí a di - ciembre de 2008. Para poder dar una visión más o me nos consistente de las perspectivas económicas a corto pla zo, creo conveniente observar de cerca el plan presupuestario 2008 presentado por el Ministerio de Finanzas en marzo (incluyendo logros y fallos de 2007), para así culminar este artículo con una apreciación general sobre las tendencias en el comercio, el consumo, el ahorro y la inflación.
