Aunque la seguridad del paciente se define por algunas instituciones internacionales de salud como un derecho humano fundamental, lo cierto es que su regulación sólo existe en unos pocos Estados con alto nivel de desarrollo. No obstante, la OMS contribuye desde el 2003 con sus iniciativas, Declaraciones y Recomendaciones a implantar una cultura de seguridad que permite a las naciones aplicar o regular medidas de prevención.