Las elecciones celebradas en Honduras constituyen una oportunidad para la renovación política y la reconciliación nacional, tras el periodo convulso que acaba de atravesar el país centroamericano. La amplitud de la participación electoral y el apoyo del Parlamento al nuevo Presidente salido de las urnas, Porfirio Lobo, son la constatación de que los hondureños quieren una democracia renovada sin "zelayas" ni "michelettis"