Se narra en este artículo la experiencia del IES María Moliner, de Zaragoza, que actúa bajo el siguiente principio educativo: ser una escuela inclusiva en la que todos tengan cabida y en la que pueden aprender juntos independientemente de sus condiciones personales, sociales o culturales. Una escuela que modifique su estructura, funcionamiento y metodología para dar respuesta a las necesidades educativas de todos.