Rafael Nájera Morrondo
Los virus mutantes tienen una gran capacidad de variación. Este es el caso del virus de la gripe, que provoca epidemias anuales de forma recurrente. Tal capacidad de mutación y recombinación es tan elevada que requiere actuaciones y vigilancia permanente de las autoridades sanitarias, nacionales e internacionales, para prevenir posibles pandemias ante mutaciones imprevistas, en un mundo marcado por la globalización y la comunicación permanente, y casi instantánea, entre países. Se asiste a la aparición de nuevas enfermedades con su nueva epidemiología y su nueva morbi-mortalidad, pero hoy se dispone del análisis de los datos que aporta la biología molecular, lo que permite, como sucede en el caso de la gripe, analizar el origen y la evolución de las epidemias con un nivel de precisión desconocido hasta ahora.