La exogamia entendida como alianza familiar constituye el mejor resorte de integración intercultural, garantizando el establecimiento de relaciones de confianza entre las redes de parentesco de autóctonos e inmigrantes. Ésta puede considerarse como la base misma del orden social, porque los hijos de los matrimonios mixtos constituyen el mejor puente de integración intercultural, al pertenecer simultáneamente a las dos culturas de sus progenitores; lo que permite transformar el fragmentado mosaico multicultural en un crisol integrador donde se funden todas las diversas identidades en un continuo coherente.