La ética de la población o "demoética" está vinculada a las implicaciones éticas aparejadas a la dinámica demográfica actual, muy mediatizada por los progresos continuos en las ciencias de la vida. Dichos progresos propician que las tecnologías de la vida puedan llegar a rediseñar dinámicas de los ciclos vitales humanos, abriendo la puerta a grandes avances, pero también a grandes incertidumbres sobre el lugar en el que se encuentran los límites.