Para el autor el análisis económico del derecho penal no tiene el poder suficiente para criticar el valor del retríbucionismo. Afirma que no se pueden hacer juicios preventivos óptimos, sin una teoría del valor. Aunque estas teorías sean controvertibles políticamente, ningún argumento sobre qué es mejor puede ser aseverado y defendido de forma categórica. Lo anterior, debido a que los encargados de tomar las decisiones tendrán siempre más información acerca de su teoría del valor que acerca de otras consideraciones relevantes para la prevención óptima; su teoría del valor dominará siempre el análisis.