Ni consciencia, ni voluntad ni "evitabilidad" en la manifestación de una persona parecen elementos suficientes de aquello que nos interesa relevar para luego imputar a alguno como "su obra ". Propone el autor definir a la acción como manifestación evitable suficientemente expresiva de conformidad o disconformidad normativa. Ni los tics nerviosos, ni otras manifestaciones usualmente consideradas como "no acción" -aun conscientes o evitables por un breve lapso y con gran esfuerzo-, resultan suficientemente expresivas de sentido -de afirmación o negación normativa- como para que el derecho penal se interese por ellas.