Para Aristóteles, �sustancia� designa, en sentido propio, el sujeto último de todas las predicaciones. Por otro lado, Aristóteles aplica también esta expresión a la categoría de sustancia, esto es, al orden categorial en que se incluyen los predicados esenciales de las sustancias, en el primer sentido del término. Sin embargo, estos mismos predicados, los predicados que se predican de la sustancia bajo la categoría de sustancia, ¿como deben ser catalogados? Claramente, no se trata de cualidades, ni de cantidades, ni de relaciones. En un cierto sentido del término, se trata seguramente de substancias, como predicados que se predican de la sustancia justamente bajo la categoría de sustancia. Y, si los predicados que caen bajo la categoría de cualidad se denominan �cualidades�, los que caen bajo la categoría de cantidad �cantidades� y así sucesivamente, ¿como deberían llamarse, entonces, los predicados que caen bajo la categoría de sustancia sino precisamente �substancias�? Esta cuestión y la pertinencia de su respuesta más directa e intuitiva constituyen el tema del presente artículo.