La vigente regulación sobre derechos de formación deportiva genera, por su aplicación, consecuencias derivadas que colisionan con derechos protegidos en la Constitución y en las leyes y cuyo efecto principal estriba en anudar al deportista a su entidad de origen, toda vez que se encontrare finalizado el compromiso (bien de contrato, bien de licencia) voluntariamente contraído, sin posibilidad alguna de desligarse de la misma a no ser que le desvincule un tercero mediante el pago del precio que al efecto se hubiere establecido.