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La variedad de proyectos concebidos con motivo de las entradas triunfales en la Corte vinieron a componer un amplio catálogo en el que arquitectos y artistas dejaron su impronta creadora en determinadas tipologías persistentes al paso del tiempo. La más destacada de ellas es el Arco Triunfal, cuyo reflejo en la puerta real de la ciudad, fue tornado en repetidas ocasiones como inicio del cortejo festivo. Con este motivo algunas de estas puertas fuero construidas, engalanadas o reformadas para estas efímeras celebraciones. En otras ocasiones, menos festivas, las entradas a la capital se vieron igualmente afectadas por iniciativas que van desde su erección hasta el completo derribo. Las entradas de Alcalá y Atocha, sirven de aproximación a la aparente contradicción entre los conceptos efímero y perdurable, y su relación directa con las Puertas de la Villa de Madrid, donde las conexiones entre ambas ideas hallan múltiples resonancias que se prolongan hasta nuestros días.
