El eje central de este artículo es la transcripción completa del testamento de Felipe de Guevara, fechado en 1552. Se conservan otros testamentos suyos (uno de 1548 y otro de 1563), que presentan pequeñas diferencias. Aunque no aparezca en ellos un inventario detallado de sus bienes muebles, sí pueden servirnos para un mejor conocimiento de la personalidad de Felipe de Guevara. Asimismo, se destaca su papel como tratadista, arqueólogo, numismático y gran coleccionista de pinturas, reflejando además el contexto humanista en el que desarrolla estas actividades, y prestando especial atención a su obra más conocida, Comentarios de la pintura (1560), donde atestigua su pleno convencimiento de la superioridad del mundo clásico sobre el moderno y muestra una profunda admiración por El Bosco.